PREFIERE COMER ALIMENTO VIVO, CRECE HASTA 30 CM Y CUANDO RECONOCE A SU AMO LE MUEVE LA ALETA O SE DEJA ACARICIAR EL LOMO POR ÉL
Está equivocado si cree que las únicas mascotas que demuestran afecto son los perros. Entre los peces, aquellos misteriosos y bellos animales, existe uno que resalta precisamente por esta característica: su capacidad para reconocer a su amo y hasta dejarse acariciar por él. Es el pez Óscar.
Pertenece a la familia de los cíclidos y se les reconoce como indica Orison San Juan, presidente de la Asociación Peruana de Acuariofilia no solo por su aleta dorsal y anal, sino también por su carácter (este animal también tiene personalidad): puede ser pleitista con otros peces (de ahí que se recomiende criarlos solos y, si opta por colocar varios en un acuario, incluya escondites para que los vecinos no se vean la cara y peleen), pero una vez que logra identificar a su amo, le mueve las aletas (al igual que los perros menean la cola), lo mira y, cuando este lo alimenta e introduce su mano al acuario, el pez puede chuparle el dedo o hasta dejarse acariciar el lomo.
Fuente: Diario el Comercio